El arroz es un alimento básico para millones de personas y uno de los cultivos más importantes a nivel global. Se destinan 165 millones de hectáreas a su siembra, lo que lo convierte en el segundo cultivo con más área cultivada, el primer lugar lo ocupa el trigo. Se estima que la producción mundial de arroz asciende a 509,2 millones de toneladas; América Latina y El Caribe producen el 5.3%, equivalentes a 27,1 millones de toneladas (FAO julio 2020), cifras que evidencian su rol estratégico a nivel económico y social. Cualquier elemento biótico o abiótico que afecte los rendimientos del cultivo, es una amenaza potencial para la seguridad alimentaria.El “Ácaro del vaneo del arroz”, Steneotarsonemus spinki Smiley, es considerado como el ácaro más dañino del cultivo a nivel mundial. El género Steneotarsonemus -de la familia Tarsonemidae- tiene mayor interés dada su amplia distribución geográfica. Está presente en Asia, y regiones del Caribe, norte, centro y parte del sur de América (Navia et al., 2010) a través de 15 especies. (de la Torre, 2004). Entre sus hospederos se encuentran más de 70 especies vegetales, incluyendo malezas que crecen con el cultivo del arroz, como el arroz silvestre Oryza latifolia Desv., el pasto Argentina Cynodon dactylon (L.) Pers (Poaceae), el coquito Cyperus iria L. (Cyperaceae), palla (Oxycaryum sp. -Cyperaceae), el junco (Cyperus articulatusL.) Sanabria y Aguilar, 2005; Rao y Prakash, 1996, 2002; (CRRI, 2006).En el cultivo de arroz este ácaro puede causar reducciones en la productividad e inducir el aumento de las aplicaciones de fitosanitarios, por lo cual se incrementan los costos de producción y los riesgos para ambiente y los agricultores (Toro 2013). A nivel mundial S. spinki es considerado el ácaro de mayor importancia económica en el cultivo del arroz (Rao et al. 2000; Almaguel et al. 2000; Xu et al. 2001), al causar pérdidas que pueden alcanzar hasta el 90 % de las cosechas, como en Taiwán (Cheng y Chiu 1999), China (Jiang et al. 1994), India (Ou et al. 1977), Cuba (Ramos y Rodríguez 2000), República Dominicana (Ramos y Rodríguez, 2001), y Panamá (García 2005).La capacidad del ácaro para desarrollar rápidamente resistencia a plaguicidas, su reducido tamaño -y dificultad en la detección-, sus atributos para sobrevivir en condiciones adversas, su reproducción partenogenética y la adaptación en nuevos hospederos, lo ubican como una amenaza en los sistemas arroceros (Toro 2013). Además, su gran relación entre factores abióticos con incrementos de la población (Cabrera et al. 2003; Quirós y Camargo 2011; Pérez y Duque 2012).
Santos, Navia y Cabrera (2004) mencionan que S. spinki ocasiona dos tipos de daños:
El ácaro puede llevar esporas de hongos (Lo y Hor, 1977; Chow et al., 1980). Según Ochoa et al., (1991) se conoce que algunas especies de Tarsonemidae pueden llevar adheridas en su cuerpo y en estructuras especializadas, esporas que contribuyen a la diseminación de enfermedades fungosas.La diseminación del ácaro en la región Caribe, incrementó la incidencia de la infección por el hongo Sarocladium oryzae (Sawada) (Moniliaceae) (Chow et al., 1980; González y Cárdenas, 2003; Ramos y Rodríguez, 2001) que produce la enfermedad “pudrición de la vaina de la hoja del arroz” dado que la dispersión de sus esporas se vio favorecida por la alta presión de S. spinki (Agnihotrudu, 1973; Amin et al., 1974; Bridge et al., 1989; García et al., 2002). Este hongo fitopatogénico en combinación con altas infestaciones del ácaro, ocasiona reducción significativa en la producción del cultivo.También se puede encontrar el ácaro, en asociación con: Fusarium graminearum Schwabe, F. moniliforme Sheldon, Curvularia lunata (Wakk.) Roed., Alternatia padwickii Ganguly y especies de hongo pertenecientes a los géneros Pyricularia, Rhynchosporium y Rhyzoctonia. Otros informes señalan su vinculación con Spiroplasma citri Saglio y la bacteria Burkholderia glumae (Kurita y Tabei). La relación que establece el ácaro con estos microorganismos no está totalmente esclarecida, pero se reconoce que puede servir como vector de uno o más de estos patógenos (Kane, 2007).
La duración del ciclo de vida del ácaro está relacionada con las condiciones de temperatura y humedad relativa. Santos et al. (1998) determinaron las generaciones de S. spinki para las diferentes zonas productoras de arroz en Cuba e indicaron una duración del ciclo de vida (huevo-adulto) de 12.2 días a 20 °C, de 5.11 días a 29 °C y de 4.9 días a 34 °C; en el día 15 sólo ocurrió el desarrollo del embrión. El umbral mínimo de desarrollo fue 16.1°C para el período embrionario, 15.9 °C para el desarrollo larval y de 16.1 °C para el ciclo total. Bajo buenas condiciones para el crecimiento de la especie, se producen más hembras que machos.
Las épocas de siembra también influyen sobre la densidad poblacional del ácaro, siendo más bajas durante el primer semestre que en el segundo, periodo durante en el cual las poblaciones son muy altas y los daños mayores (Leyva Fernández et al. 2003). Se observó en Cuba que las poblaciones fueron bajas durante el estado de macollaje y se incrementaron las poblaciones durante la floración, y el máximo pico se obtuvo durante el llenado del grano y decreciendo con la maduración del grano de lechoso a blando. También la variedad de siembra tiene importancia sobre el ataque del ácaro. En Colombia se ha concluido que las variedades Fedearroz Victoria I, Oryzica llanos 4 y Fedearroz 275 presentan mayores poblaciones que las variedades Fedearroz 174, Fedearroz 2000 y Fedearroz 60 (Pérez y Duque 2012).
Durante el desarrollo del ácaro S. spinki se identificaron los estados de huevo, larva, pupa-larva y adulto.
Los huevos y larvas son aún más pequeños que adultos. Huevos son de color blanco translúcidos, forma ovoide alargada. Se pueden encontrar aislados, en grupos pequeños o formando grandes masas compactas de huevos. En la medida que avanza la etapa de desarrollo se tornan de un color blanquecino turbio, lo que indica que se encuentran próximos a su eclosión. Vive y se desarrolla en la parte interna de la vaina de las hojas. La duración de huevo a adulto se estima en 5 - 6 días para las condiciones climáticas.En estudios realizados por Ramos y Rodríguez, (2000) y Almaguel et al.,(2004) se demostró también el efecto de la temperatura en la duración del desarrollo de huevo a adulto. A 20, 24, y 30°C, la duración fue de 11, 7, y 3 días respectivamente. El periodo embrionario es el estadio más sensible a las modificaciones en las condiciones del medio, afectándose su duración por los cambios de temperatura.
La fase de larva transita por un periodo activo, en el que se alimenta y otro inactivo o quiescente, aunque fisiológicamente activo. La larva emerge de los huevos, es de color similar coloración es blanca translúcida. Son de forma ovalada con los extremos bien agudos, y de mayor tamaño en su fase inactiva. Cuerpo alargado, con solo tres pares de patas. Las larvas que producirán hembras pueden ser transportadas por los machos, como es común en otras especies de tarsonémidos.Duración: 2–4 días (25°C).
Son cristalinos, solo es posible visualizarlos con lupas de 10 aumentos. La característica distintiva de la especie consiste en la presencia de un par de setas en forma de cuchillo sobre el fémur y la gena IV.Dependiendo de la temperatura (Almaguel y Botta 2005), la longevidad de los adultos varía de 7 días a 28°C a 15 días a 25C°. Steneotarsonemus spinki vive y se reproduce dentro de las vainas de las hojas del arroz. Tienen alta tasa de reproducción se reproduce tanto sexualmente como por partenogénesis, es decir, que hembras vírgenes dan origen a machos. Su estrategia reproductiva contribuye a incrementar rápidamente las poblaciones (Navia et al., 2010).La hembra por lo general es más larga y menos ancha que el macho. Las poblaciones pueden tener relaciones de 3–8 hembras por macho. Una hembra puede ovipositar hasta 78 huevos, por lo general los huevos se disponen en grupos de 2 a 6 y es común observarlas en vainas muy infestadas. Sus poblaciones pueden alcanzar niveles superiores a 300 ácaros por centímetro cuadrado. Hay de 48 a 55 generaciones en un año (Correa-Victoria 2006). Los adultos representan un 30% de la población total, con una similar proporción de huevos y estados inmaduros.
El ácaro del vaneo del arroz, presenta una distribución agregada. Se presenta más frecuentemente en las vainas de las hojas de la 1 a la 4 y es más abundante en la base y centro de las vainas que en otros sitios. El ácaro prefiere, las vainas dos y tres; encontrándose los mayores niveles poblacionales a partir de la floración. La fluctuación poblacional muestra una clara relación con los factores abióticos y la fenología del cultivo. En relación con el crecimiento de la planta de arroz, las poblaciones de ácaros aparecen en la fase de macollamiento y alcanzan un pico poblacional en la fase de inicio de paniculación, para luego declinar en la maduración. Esta preferencia por la fase de inicio de la paniculación se debe a la alta acumulación de nutrientes en la vaina de la hoja, nutrientes que luego se mueven al grano, provocando la movilización de los ácaros.
Las poblaciones máximas se encuentran, por lo general, después de los 90 días del cultivo. Cuando se alcanzan las máximas poblaciones hacia la fase reproductiva (formación del grano) se pueden afectar significativamente los rendimientos. Esta reducción en los rendimientos está relacionada con el daño ocasionado por el ácaro a las espiguillas del arroz y, por ende, a la formación y llenado de los granos.
En Cuba, se demostró que a > dosis de semilla/densidad de siembra >tamaño poblacional del ácaro. En las variedades de semilla con resistencia estable al ácaro -a mayor densidad de siembra- no se observaron variaciones del tamaño de la población, pero hubo menores rendimientos por el incremento del porcentaje granos vanos ya que a la especie se ve afectada con la incidencia de los rayos solares, menor humedad relativa y por menor superficie foliar que no favorece su dispersión.
En variedades tolerantes al ácaro no se identifica variación del tamaño poblacional.
Las condiciones ambientales, tales como las altas temperaturas y humedad relativa, son factores detonantes para que los organismos causantes del complejo ácaro-hongo-bacteria se activen y provoquen el daño en el cultivo de arroz. Tener como objetivo que las fechas de siembra de las variedades coincidan con la fase crítica de la radiación solar y que permitan al productor tener un lapso entre la cosecha y la siembra, para romper los ciclos biológicos de enfermedades, insectos, roedores y otras plagas que afectan el cultivo.
Se utilizan ácaros depredadores y hongos entomopatógenos como herramientas de control. Los movimientos poblacionales de los depredadores coinciden, en general con los de la plaga. La presencia de estos enemigos naturales en la vaina de la planta puede alcanzar valores promedio de 0 a 3,3 depredadores por planta.
No obstante, se requieren estudios futuros para establecer la factibilidad y eficacia de su uso en este agroecosistema.
En un experimento donde se evaluaron más de 16 formulados a partir de Bacillus thuringiensis Berliner, Beauveria bassiana (Bals.) Vuill., Metharhizium anisopliae (Metchnikoff) Sorokin, Lecanicillium lecanii Zare y Gams contra S. spinki, se encontró que alrededor del 50% ejercieron una buena acción de control en condiciones de laboratorio; sin embargo, los resultados obtenidos en semicampo y campo, fue demostrado que la efectividad de estos productos tendía a disminuir considerablemente. (Ref OIRSA Manejo integrado)
La resistencia genética es una de las alternativas a considerar en un programa de control integrado de plagas, que se puede integrar con controles biológicos, medidas culturales, control químico y prácticas orgánicas. Es la herramienta más antigua y persistente base del manejo de plagas. Consiste en el uso de variedades resistentes o tolerantes frente a una plaga determinada.
Se considera una variedad resistente si produce una mayor cantidad y mejor calidad de su cosecha que otra variedad que crece bajo las mismas condiciones y expuestas a poblaciones similares de una plaga determinada.
La resistencia se clasifica en diferencial, vertical o específica y general, horizontal o inespecífica.Como resultado de un proyecto financiado por FONTAGRO (Mecanismo de Cooperación Técnica entre Países de América Latina, El Caribe y España, que promueve la competitividad y la seguridad alimentaria). se concluyó que el desarrollo de germoplasma mejorado con tolerancia a los principales factores bióticos y abióticos, con énfasis en los organismos causantes del complejo ácaro-hongo-bacteria, es la estrategia más pertinente y económica para enfrentar esta y cualquier otra problemática fitosanitaria en el futuro.Entre los resultados más relevantes al respecto estuvieron la liberación por el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP) de tres variedades que en el 2008 cubrían el 36% de la superficie sembrada. En el Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Nicaragua se han identificado además tres líneas promisorias, donde sobresale INTA Fortaleza Secano y SENUMISA Costa Rica registró tres variedades a nivel comercial (FEDEARROZ 50, CFX 18 y CR 4477).
Este ácaro es de difícil control por sus características etológicas (comportamiento) y su alto potencial reproductivo. Por el lugar que ocupa en la planta es casi invulnerable a los productos químicos y biológicos utilizados para su control. La mayoría de los productos químicos sistémicos no son eficaces frente a S. spinki, según ha sido demostrado en ensayos.La efectividad de los productos químicos frente a S. spinki, depende de su aplicación en el “momento óptimo” donde tienen importancia “clave” aspectos como:
Los productos más efectivos en el control de efecto rápido corresponden al grupo de los organofosforados cuya desventaja es que pueden afectar a los organismos benéficos, provocar desequilibrio del agroecosistema, afectar a las personas, si no se cumple con las medidas de bioseguridad y generar resistencia de la plaga.Se puede mencionar como productos más seguros desde el punto de vista ambiental y con control aceptable: Se ha demostrado una mayor efectividad de control cuando los acaricidas se aplican junto a un fungicida que controle a S. oryzae.Con los tratamientos mezcla Triazophos+Hexaconazol (1,5+0,7 L/ha) se alcanzó el porcentaje mayor de granos llenos (67,05%) y el menor porcentaje de granos vanos (22,95%), seguido de Hexaconazol (1,0 L/ha) con 62,03% de granos llenos y 27,97% de granos vanos; los resultados con estos tratamientos a su vez fueron estadísticamente diferentes a los obtenidos cuando solo se aplicaron los acaricidas. Se debe tener presente que el excesivo uso de insecticidas para el control de plagas en arroz, incluyendo al ácaro resulta en el desarrollo de resistencia.
El Manejo Integrado (MIP) consiste en la combinación de técnicas -métodos biológicos, etológicos, fitogenéticos y culturales- para limitar el uso de fitosanitarios al mínimo necesario.Para la elaboración de un Programa MIP, resulta imprescindible la capacitación sobre la biología y la ecología de la plaga, aspectos fenológicos del cultivo, tecnologías disponibles, y medidas apropiadas a ser implementadas en el momento oportuno que garanticen el éxito del control garantizando la preservación de la salud de las personas y sin disturbios nocivos a factores bióticos y abióticos del ecosistema.El MIP se apoya en el MONITOREO de la población de plaga y si se superan los umbrales- se hacen aplicaciones calendarizadas. El objetivo es mantener la población en bajos niveles sin causar perjuicio económico al agricultor. Los Programas MIP están destinados también a retrasar la evolución y selección de resistencia de insectos a las tecnologías Bt o a cualquier otra práctica de control. Se apunta a manejar, factores que favorecen la selección de resistencia para mantener muy baja la frecuencia de individuos resistentes a nivel del lote.
https://www.croplifela.org/es/plagas/listado-de-plagas/acaro-del-vaneo-del-arroz